Santiago Tomasi


En el deporte, hay una norma básica que todo el mundo conoce. Cuando las cosas van mal, se le da la posesión al mejor jugador y se espera que él pueda conseguir la victoria. Pues pocas veces un equipo lo ha tenido de una forma más evidente que los Falcons, balones al 7 e invente Bijan, invente. El partido contra los Packers es una demostración sencillamente extraordinaria de todo lo que puede hacer nuestro amigo Longhorn. Velocidad como un Red Bull, habilidad para encontrar el hueco adecuado como Óscar Freire y capacidad constante para conseguir el primer down.

¿Cuarto down? Recibe y consigue las yardas necesarias. ¿Cuarto down? Corre y sigue consiguiendo el primer down. ¿Tercer down? También le podemos dar el balón. Y da absolutamente lo mismo, porque Bijan Robinson seguía sacando yardas de donde no las había. Incluso cuando no lo consiguió, como en el último tercer down, saca 6 yardas y media para volver a colocarles en una situación de yardaje ideal para el Field Goal. Y eso que Arthur Smith tuvo dudas, teniéndole en el banquillo en la mayoría de situaciones donde podría haber conseguido anotar. ¿Para la gente de la Fantasy? Mal. Pero para el resto del planeta, son 124 yardas en 19 acarreos y 48 en 4 recepciones, haciendo absolutamente de todo. Y ojo, Tyler Allgaier es un buen jugador, que juega bien como RB y que no tiene mal partido frente a los Packers, pero no es comparable a lo que ha hecho Robinson.

El 7 tiene varios highlights ya de cortes imposibles, ganancia de yardas cuando parece placado y algún que otro Stiff Arm de esos que emocionan. Sí, quizás no tenga segundo contrato. Sí, quizás es un RB y es que, ¿cómo vamos a renovarle o a gastar una primera ronda?. Todo eso es cierto, pero qué más da si lo que de verdad importa es ver el partido y disfrutar como si no hubiese mañana. Bijan Robinson pone culos en los asientos tanto en el estadio como en los televisores. Yo no tengo dudas, si no juegan los Vikings (por razones obvias de ser aficionado del equipo), los Falcons van a ser prioridad 1 en cada partido que juegan. Es lo que tiene, denle balones al 7 y los aficionados nos lo vamos a pasar realmente bien.

Micah Parsons en la trinchera enemiga

El inicio de temporada de los Cowboys es realmente positivo, con dos victorias dominantes y la sensación de que la defensa de Dan Quinn carbura a la perfección un año más. El hombre que se debe llevar todos los focos es Micah Parsons, no obstante. En un partido donde se sabía que la línea ofensiva de los Jets no era la mejor del mundo, el defensa se encargó personalmente de vivir directamente en el backfield de los de Nueva York, golpeando y presionando a Zach Wilson totalmente a placer. Daba igual que le colocasen por dentro, por fuera, sobre la línea o separado de la misma, si Wilson tenía el balón más de un segundo en la mano, Parsons se encontraba dentro del pocket, forzando un lanzamiento o que el QB tuviese que correr por su vida para evitar un nuevo sack. La sensación es que este año si las lesiones no intervienen en su camino, va a ser el jugador defensivo del año y con razón.


Por otro lado, está el evidente problema de los Jets, y no, no es Zach Wilson. Da igual quién juegue como QB si no puede jugar en la posición por ser destrozado de forma constante por el equipo rival. Y la sensación es que esa línea puede ser claramente la peor de la liga. A Rodgers le  golpearon en todos los snaps que jugó (lo cual no tiene que ver con su lesión, pero si hubiese tenido que ver con su posible desempeño en el equipo verde) y el domingo a Wilson la sensación era exactamente la misma, si tenía que esperar a que se desarrollasen bien sus rutas, iba a ser golpeado sin piedad, El año pasado fue uno de los puntos débiles del equipo y este año se va a repetir, y si algo nos está enseñando este arranque de competición es que jugar sin línea ofensiva provoca que todo lo demás sea mucho más difícil.

Que se lo digan a Jaguars y a Chiefs, que nos dieron una master-class de como no se debe jugar a este deporte en esas posiciones. El partido de Jawaan Taylor es la definición de esto y en el peor sentido posible. El primer partido fue noticia por estar mal colocado en el campo y que no le pitasen falta en todos los snaps de forma milagrosa, esta semana simplemente optó por algo mucho más efectivo, salir un segundo antes que el balón, así no te pueden ganar la posición y por tanto no llegan a Mahomes. Esto se podría considerar una genialidad si no fuese porque es un False Start y por tanto falta en contra de los Chiefs. 4 veces la repitió hasta que Andy Reid no tuvo más que remedio que sentarle. 80 millones recibió esta off-season el línea ofensivo por cuatro años y de momento no tiene pinta a que vaya a cumplirlos. Por el lado de Jacksonville, las cosas no fueron mucho mejor. Calvin Ridley es muy bueno, Trevor Lawrence es muy bueno, pero si no tienes tiempo para desarrollar jugadas, todo se queda en nada, y una vez más fue lo que pasó. Son dos equipos que optan a la AFC, pero con estas líneas parece imposible que la conquisten.

Chargers. ¿Y ahora qué?

Los Chargers siguen en problemas y todos los dedos apuntan hacia lugares distintos. Que si la defensa tiene falta de talento, que si es que a lo mejor Justin Herbert no tiene el “It Factor” (signifique esto lo que signifique) o que simplemente los Chargers van a hacer un Chargers y perder de forma absurda. La realidad es que el problema se encuentra en el banquillo, desde 2006 para ser exactos. Norv Turner, Mike McCoy, Anthony Lynn y ahora Brandon Staley sustituyeron a Marty Schottenheimer, culpable de que Marlon McCree no pudiese quedarse en el suelo tras interceptar a Brady y que Nate Kaeding no anotase un FG de 54 yardas a tiempo cero. 14-2 habían acabado ese año, los Chargers no volverían a estar ni cerca de esa competitividad, exceptuando el año siguiente.

Y es que esa es la verdadera maldición de Chargers, que su gerencia es una panda de incompententes que traen a la persona de moda al cargo y si sale mal, pues mala suerte porque tampoco vamos a cambiar de decisión en cuatro años. Brandon Staley no es el peor HC de la liga, pero ha sido incapaz de formar una defensa competitiva, teniendo piezas muy positivas en el ataque. Si le sumamos problemas obvios estructurales del equipo, incluyendo el más grave, que es estar en Los Ángeles, las cosas se complican. Y es que eso puede parecer irrelevante, pero no lo es. Es mucho más sencillo jugar y ser competitivo en un entorno donde eres querido y apoyado que hacerlo en un lugar donde bueno, tu mera existencia es vista como un apéndice desagradable de la vuelta del fútbol americano a la ciudad. Y en eso, los Spanos han sido expertos, en arruinar la experiencia para su afición.

Obviamente no es solo su culpa que San Diego se quedase ya corta para el equipo, especialmente después de la decisión de no financiar con dinero público un nuevo estadio, pero transformaron una fanbase fiel a un equipo, en ser un equipo que es incapaz de meter la mitad de afición en su estadio, jugando siempre de visitante. La situación es triste y el problema es que no va a ir a mejor, con la necesidad de cambiar de entrenador después de perder la ventana de un contrato rookie de QB y tener que cambiar por completo una defensiva en la que se han gastado dinero, pero en contratos de jugadores que ya no tienen prácticamente futuro en la competición. Y todo sabiendo que el equipo tiene talento para entrar en Playoff, va a ser realmente complicado.

Paren a Joe Burrow

Los Bengals necesitan descansar a Joe Burrow. Es raro decir esto, y más cuando el equipo va 0-2, pero la realidad es que ver a Joe jugar a este nivel es sencillamente terrible y se nota que está en un mal estado físico. Si no juega, es casi seguro que el equipo de Cincinnati perder, ya que el QB suplente es Jake Browning, pero si sigue jugando a este nivel, es muy probable que lo único que ocurra es que se acabe lesionando y pierda por completo la temporada, momento en el cual Bengals sí que tendrá un grave problema. Veremos como evoluciona, pero de momento, Bengals necesita un milagro mayor que el año pasado para conseguir colarse en Playoff.

Semana 3, funny games

En la semana 3, la principal prioridad del que escribe esta columna es ver a los Falcons para ver si le siguen dando balones al 7. Pero más allá de eso, los Giants necesitan dar buena imagen contra los 49ers después de dos partidos realmente malos (a pesar de la victoria contra Cardinals) y entre Chargers y Vikings, un equipo caerá al caos más absoluto. Si es Vikings, será menos dramático, pero si es LA, la siguiente semana va a ser de muchas noticias, y ninguna positiva. Finalmente, otro equipo que también necesita un partido, y lo tiene realmente complicado, es Chicago. Si pierden contra los Chiefs y la ofensiva sigue siendo mediocre, es muy probable que veamos las primeras amenazas reales al puesto de Fields, de Eberflus y de Poles.

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Por Santiago Tomasi


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