@JEduFernandez.-

PREFACIO.-

La lectura nace en el libro del niño cuando sueña con lo que el hombre teme…

Cuando alguien se enfrenta a un texto en blanco rivaliza con muchos obstáculos y obsesiones; siempre se habla de la desnudez del redactor, del suicidio que entraña. Mi única obsesión es que lo que hay de aquí en adelante suene tan sincero como realmente siento, de lo contrario me habré equivocado de principio a fin. Sé que la línea que separa ser diferente de la locura, psicopatía y/o impertinencia, es muy fina, aún así valdrá la pena ese alambre…

«Con la sinceridad de los suicidas, te he escrito cuatro letras que leerás algún día…» -Sidecars- Todos mis males.


Hace 4 días, me encontré en una conversación de barra de bar con alguien un poco más joven que me hizo reflexionar; me comentaba que generación tras generación se está perdiendo el hábito de la lectura, que ahora todo se centra en las «relaciones líquidas» , fugaces y frugales basadas en video-grafías, video-conferencias, video-llamadas y video-comentaristas de la realidad; y pensaba en el entretenimiento por condensación; que no hay tiempo para el silencio, siempre hay esa sobre-ocupación mental con dispositivos y plataformas … no hay tiempo para el tiempo.

EL VENCEJO Y LAS LUCIÉRNAGAS

Llega la Superbowl y ponemos punto final a la temporada 2022-23. Ya no hay melancolía como decía en mi anterior artículo, quizá eso se va asumiendo con el tiempo, pues siempre tengo presente para cuando acabo tareas o cosas que me ocupan disfrute y de las que sabemos su finitud, lo que decía Coelho» …aquel que ya perdió algo que daba por hecho, al final aprende que nada le pertenece…»… y en esas nos encontramos todos los que por alguna razón acabamos leyendo esta columna o cualquier otra que nos hable de nuestra pasión enajenada y alejada de aquellas comunes y por lo que este reducto se hace tan especial. En cualquier caso, cuando algo acaba , algo empieza y la NFL es un generador de contenidos descarnado, con un guion escrito por sátrapas que persiguen el continuo martilleo de la caja y que nosotros como yonquis del producto, consumimos para escapar de la rutina .


Nuestro duelo, a pesar de todo, está reciente, hace solo unos días de las finales de la Nacional y la Americana, y siempre sucede, que las cosas no pasan como habíamos imaginado; la NFL es tan difícil, retorcida y compleja que pocos habrían predicho una final de conferencia como la que se dio en Philadelphia. Que una Franquicia acabara jugando con su 4º quarterback , que este se lesione y se esté pendiente de que el running back estrella deba tomar los mandos para ejercer de mariscal de campo es algo que ni el más ingenioso guion lo hubiera podido contemplar. Bienvenidos a la NFL, o como decía un conocido haciendo chanzas de la franquicia a la que banco, Not For Lions…diculpad el chascarrillo, pero los de Detroit sabemos de qué hablamos.

Philadelphia, con una temperatura de 4ºC, recibió el domingo a los de Santa Clara, un equipo extraordinario en todos sus perfiles, skill players, línea defensiva, línea ofensiva, juego de carrera, por aire…todos, excepto en uno, su posición más débil, el quarterback; y digo débil no por falta de talento en dicha posición, sino que como dije en anteriores columnas, por su bisoñez y corta experiencia en un partido de esta altura; aún no sé medir a Purdy, no lo haré, aún no; a por él fueron los gigantes de la Defensiva de Eagles, esa rotación interminable de la DL de Philly, Reddick, Davis, Cox, Suh, Quinn, Sweat… Como aquel chasquido Marveliano, con un golpe de dedos todo se viene abajo…

«… solo tendría que hacer este movimiento con mis dedos y todos dejarían de existir. A eso le digo piedad.»―Thanos y Stephen Strange-

Y entonces surge aquella añorada esperanza, creo yo , de muchas franquicias; esa utopía de construir una «quarterback proof franchise» , esa franquicia a prueba de quarterback que no sé yo sin John Lynch está por la labor con ese «f..ck them picks» de la temporada 2021 cuando fueron a por Lance; esa Franquicia de la que el Washington post se hizo eco, después de derrotar a Seattle y a punto de enfrentarse a los propios Commanders, en lo que sería otra victoria de los 49ers:

Que el plan de Gannon y Sirianni era atacar la derecha de SF era evidente; enfrentarse a McGlinchey y al TE de turno de Shanahan , su objetivo; en la fatídica jugada cuando se lesiona Purdy, Philly alinea a Fletcher Cox en 4 tech frente a McGlinchey, y a Haason Reddick en wide 9 en el exterior del TE Tyler Kroft; dos animales enjaulados, liberados para perseguir la presa en su lado ciego. Fletcher Cox con un stance en 3 puntos, Reddick en 2 puntos; este último se libera de Kroft con un club-swim/arm over y Cox de McGlinchey con un bull/long arm. La presa sin protección en su lado ciego encamina a la fatalidad, game over para San Francisco y para la temporada de Purdy; ni quarterback proof franchise ni la misa de 12 salvó esta vez al quarterback de 49ers; mala suerte para un chaval que hizo una temporada sensacional y que ahora los peores presagios anticipan un parón de 12 meses .

A las dos jugadas siguientes, Josh Johnson que había entrado por el lesionado Brock Purdy, es objeto de sack porque la asignación para proteger al quarterback y parar a Hasson Reddick, es el receptor Jauan Jennings , y aquí me paro y pido al lector que vuelva a leerlo ¿Quien toma estas decisiones de protección? ¿ Qué omisión tan grande en la consideración de las prioridades puede haber en un pass-pro para que suceda esto? y pasó lo inevitable…sack.

Conozco a mi amigo Samuel desde el año 1993; lo conocí como compañero al inicio de la carrera; él la abandonaría al año siguiente para montar una empresa de Gestión e Interpretación ambiental, aún hoy nunca dejamos la amistad; sus prioridades estaban fuera, en el campo, en la naturaleza; siempre nos decía que no vivíamos, que malgastábamos la vida. Ornitólogo desde joven, dedicaba cada fin de semana a sus escapadas para observar aves, pertrechado de su telescopio y prismáticos, su cuchillo campestre, sus herramientas de vida fuera de la ciudad, utensilios de anillamiento, etc… salía de casa a las 06.00 a.m. a humedales, a la montaña, a los acantilados de A Capelada, los más altos de la Costa Cantábrica y de los más altos de Europa para observar halcones; también me hablaba de los Acantilados de Ons y su observatorio de aves conocido como «o buraco do inferno» (el agujero del infierno) para anotar en su cuaderno de campo lo que sus ojos y conocimiento percibía en sus viajes; llevaba además un contador de aves, siempre me decía que lo que no se mide, no se puede gestionar… Pero llegó un día en el que, siendo jóvenes aún, sentados en un banco en el jardín de la huerta de mis padres, me habló de un ave, de uno que hacía cosas extraordinarias que nunca podría imaginar, del ave más extremista; el vencejo. Me decía, no te engañes con las golondrinas, el vencejo tiene las alas mucho más largas en forma de hoz y llega a los 100km/h; pero lo que hacía extraordinario a este ave era que todo lo hacen en el aire; comen , beben, y se aparean en él, y de noche ascienden hasta 2000 metros de altura para dormir en el cielo sin detener su aleteo; solo para dar de comer a sus crías pueden posarse en sus nidos que construyen en acantilados, en grietas de peñascos escarpados; y lo extraordinario es que si cayeran al suelo no sabrían levantarse, su hábito es el vuelo , siempre lo mismo, no hacen otra cosa más que volar , su carrera y pausa, donde ordenan su existencia más que ningún ave, el cielo.

Cuando veo a Eagles, veo el comportamiento de este ave; muestra lo extraordinario que es hacer unas cosas de forma excelente y otras ni acercarse siquiera; esto es Philadelphia; el vuelo constante es su juego particular desde el backfield, el subterfugio de su mesh point , ese cruce del running back con el fake del hand-off del quarterback, ahí nace, vive y muere Philly; ni se le ocurre llevar la constancia de un juego de verticales, o deep fades o posts, ahí desaparecería, no sabría ni levantarse; es difícil alcanzar al vencejo a 2.000m de altura y a 100km/h como lo es desentrañar el juego de Philadelphia; ni una defensa como San Francisco pudo contenerla más allá de cuarto y medio y ahí radica la fuerza de la franquicia de la NFC Este, en la dificultad del rival para adivinar su siguiente movimiento y en la perfección y velocidad con la que lo ejecutan; y aquí surge el gigante de la mitología nórdica, el Jotun, ese es Jason Kelce, grande y barbado, pero que se mueve ágil en uno, dos o tres niveles si hace falta…Es el mejor jugador de Philly y de los mejores de la NFL libra por libra; es capaz de asfaltar como de saltar y volar ; de girar, doblar y retorcerse, pero nunca rompe, siempre está ahí; es el inicio de esa Línea Ofensiva maravillosa y donde comienza el baile de las Zone Reads y RPOs de ese ataque indescifrable.

Todo esto sin anestesia, vistas las fuerzas en juego, ¿acaso alguien pudo imaginar una derrota de Eagles aún con Purdy en el campo? Yo no . Sabíamos que iba a ser una lucha de trincheras, y las de Eagles fueron superiores a las de SF. Entraron contra Purdy y contra Johnson, y defendieron a Hurts sin graves incidencias salvo el primer cuarto y medio. No compro esa narrativa que tanto Warner como Greenlaw estuvieron horribles todo el partido. Precisamente en ese cuarto y medio fuerzan a Philly a cuatro punts; es cierto que no contuvieron bien desde mediados del segundo cuarto, pero ¿Quién lo hizo contra esta franquicia?…¿ Quién la contuvo todo el partido?…Ni Bosa , el jugador defensivo del año, que descifra mejor que nadie el juego de las protecciones rivales, sabía por donde le venían.

Y Kyle Shanahan,y Lynch, y los aficionados…ha sido una gran temporada de SF, pero al finalizar el partido me pregunté , qué demonios estarían pensando con todo lo que sucede a sus quarterbacks, cuatro lesionados en una temporada, uno tras otro cayendo como fichas de dominó, preguntarían como ese diálogo en la película » El perfecto asesino«, cuando Mathilda lo hace y León contesta:

¿La vida siempre es así, o solo cuando uno es niño?
La vida…es así.

Y así es la NFL …


Recuerdo de joven, las noches de verano en la finca de mis padres, de día corriendo y jugando a la pelota salvo cuando la lluvia hacía acto de presencia, pero ni aún así me impedía salir igualmente aunque volviese empapado y encharcado a casa, con mi madre reflejando en su cara esa generosa pero condescendiente mirada; y las noches, igualmente las pasaba fuera hasta cierta hora que trataba de alargar; siempre con algún amigo de casas aledañas, y con el grillar de saltamontes y grillos de fondo; las casas y calles no estaban tan cuidadas como actualmente y ni qué decir del alumbrado público, muy pobre y apenas cada 70-100 metros nos encontrábamos un punto de luz; pero lo que recuerdo muy bien, es ver las luciérnagas, nos parábamos embobados contemplando esa luz intermitente, con enjambres cada verano en el mismo sitio. Pero eso era hace más de 30 años, y la realidad es que hoy en día, en esos mismos campos , ya no hay lo que entonces había; ni luciérnagas ni ese grillar intenso que te acompañaba cada noche, y solo excepcionalmente ves alguna luz volando, poco acompañada pero que aún alumbra puntos en la oscuridad…quizá es cierto lo que dicen, que los químicos empleados en el agro , la intensa urbanización y el intenso desarrollo urbano, está acabando con esas apariciones espontáneas y maravillosas, que iluminaban la noche en el campo.

Y algo parecido a esto escribí en mi anterior columna cuando ni aún sabía de qué o como iba a escribir este artículo:

«…no nos engañemos, Henne, por muy bien que lo hizo en el poco tiempo que jugó ante Jags, y por mucho aprecio que yo le tengo viniendo de la Universidad de Michigan, no es Patrick Mahomes, no ve esa luz en la oscuridad que Bengals le va a generar, este es un partido de caza mayor, no es liga regular, es salir por la puerta grande directo a la Superbowl o quedarse sin NADA…».

No sé si me pasa a mí solo que ver a alguien tan excepcional como Mahomes, lo contempla como algo raro, extraño, como una aparición misteriosa en plena oscuridad que nos tiene a todos boquiabiertos cuando lo vemos en televisión, igual que nos sucedía a los niños que tuvimos la oportunidad de ver las luciérnagas en las noches de verano…

El quarterback de talento que se ve hoy en día, es uno fuerte, muy atlético, que dobla poco pero que tiene una gran precisión en el pase, de brazo potente, torso recio y mecanismos propios de una maquinaria bien engrasada, pensemos en Josh Allen como paradigma. A partir de aquí empiezan a separarse ; considero a Burrow y Herbert como aquellos que responden también a ese prototipo descrito, pero que se separan un poco en el sentir del balón y espacios , y en la capacidad de leer el juego, pero aún así , no llegan a ese campo abierto que domina Mahomes. NO hay ni uno que domine el aspecto decisional de salir y buscar ángulos de pase como Patrick, y no hablo de scrambles o salidas para eludir el rush rival como hace Burrow, hablo de salir a cazar, a buscar el pase cuando la cobertura lo nubla todo, el ángulo que permita encontrar el hueco donde no parece que lo hay…

Chiefs encaró bien el partido, por un lado defensivamente, no paró de penetrar por esa empobrecida línea ofensiva de Bengals que tan bien había logrado parar a Bills; Frank Clark y Chris Jones eran dagas que entraban en Burrow una y otra vez; en ningún momento del inicio, la OL de Cinci dio síntomas de poder parar a Jones, inmenso, incontenible, indómito en el rush interior; clave en esta enésima evolución de la defensa de Kansas. Taylor no dejó desangrar a su equipo, advirtió esa dificultad y puso remedio acompañando a Burrow en formaciones de 2 back set, de tal forma que uno de los running backs protegía el rush, según por donde viniera, y el otro se lanzaba en arrow al check down posible.

Joey B. encontraba el pase, Boyd, Higgins y Chase, estos dos últimos los que más, eran capaces de atrapar los balones de su quarterback hasta en cuartos downs, pero siempre me daba la sensación de que Bengals vivía en ese alambre del pase con precisión quirúrgica y que cuando el mismo no finalizara su caída en esa ubicación exacta, centímetros separarían el desastre del éxito; y así fue, con una interceptación impropia de él. Burrow debe ensanchar su plano de actuación , y lo hará , es absurda su precisión desde el pocket, pero debe salir a cazar ángulos , a doblarse, no ser tan recio en sus movimientos, a flexionar fuera del pocket , creo honestamente en eso; me parece un quarterback excepcional, pero le falta algo de rango de plataforma en el pase. Aún así , Bengals tuvo la posesión que podría haber sido definitiva en sus manos, y aunque a lo lejos, de pasada, parece que dejaron ir esa oportunidad tomando desiciones de pase demasiado predecibles y un playcalling muy sencillo y fácil de adivinar por la secundaria de Chiefs, pudiera quedar la sensación que Bengals dejó de ganar el partido, que solo su voluntad desechó esa oportunidad. Y con todo, cuando más dificultad había, cuanta más oscuridad cubría Kansas, con la oposición de un gran equipo como Cincinnati, la cojera de Mahomes y receptores desahuciados por Green Bay como MVS, surge la luz en la noche, con la intermitencia de la luciérnaga, sabedora que su enjambre es más pequeño ya sin T.Hill, pero que no cesa de alumbrar a un equipo que cuenta con el mejor jugador, un entrenador colosal y uno de los mejores receptores de la liga, pero solo uno ya…Al final me quedo con la reflexión de que quien ganó el partido fue el que más lo deseó poniendo más medios para ello y el que no dejó que el otro escribiera el final…

«…El destino suele estar a la vuelta de la esquina. Como si fuese un chorizo, una furcia o un vendedor de lotería: sus tres encarnaciones más socorridas. Pero lo que no hace es visitas a domicilio. Hay que ir a por él…» Carlos R. Zafón.- La Sombra del viento… y el cementerio de los libros olvidados.

P.S.

Termino el artículo conociendo que Brady se retira. Solo quiero dejar mi reflexión, porque intuyo que todo se habrá dicho ya. Quienes hemos vivido su inicio de aquella suplencia de Drew Bledsoe, lo hemos conocido en todas sus facetas, con mejores y peores receptores, con mejor y peor plantel, con Gronkowski y sin él, con Belichick y sin BB…pero lo que nunca he dejado de ver en él es el talento. Se introdujo , no sé por quien, un mantra que se viralizó como el peor y más mortal de los virus, que caló en el común de los aficionados como el frío de invierno: » Rodgers tenía más talento, aunque por títulos Brady es el mejor de la historia«.- Solo me pregunto ¿ Qué es el talento?, acaso no es talento infundir confianza en todo su roster cada vez que sale a jugar sabiendo que no solo matarán por él, sino que mejora el rendimiento de cada uno-(sin ese inmanente gesto de desprecio que otros tienen); o no es talento dominar el pocket como nadie; y no lo es la fortaleza mental; y el dominio de los espacios; y el conocimiento del juego y del rival; y las lecturas pre-snap; y el pase impecable a la trayectoria de cada ruta; acaso no es talento pisar el campo y saber tomar la decisión que mejor conviene al equipo en cada circunstancia para GANAR.

Brady es el mejor, ha sido el mejor y también ha sido el de más talento. Todo sin perjuicio de quienes crean que el talento se limita a la potencia de brazo y la precisión milimétrica de pase; entonces sí, no tenía el mayor talento, ni de pase, aún siendo élite en eso también. Se retira quien disfruté a mis veinte años, a mis treinta…a mis cuarenta.

La próxima será una liga sin Tom Brady, la primera en más de 20 años.-

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