– Alberto Zaragoza Lerma@LaGuaridaNFL

La escritura y la vida, a veces nos llevan por caminos insospechados. He estado toda la semana dándole vueltas a la cabeza sobre lo que iba a escribir en mi estreno en Crónicas Lombardi. He pensado debajo del agua, he pensado en casa, he pensado fuera de ella, en multitud de situaciones y ya tenía establecida la doble temática que consistía en la Super Bowl y las Finales de Conferencia, pero cuando me he sentado a escribir, las letras han empezado a tomar sentido de otra forma y el resultado es lo que tenéis aquí. Algo que por su naturaleza merece un artículo aparte y el resto tomará forma más adelante, con la Super Bowl LVII.


‘¿Cómo es posible, dijo el sabio Ouloug, que prefieran estos cuentos de Las mil y una noches que no tienen pies ni cabeza y no significan nada? Precisamente por esto nos gustan tanto, le contestaron las sultanas’. Voltaire, Zadig o el destino, 1748

Han pasado casi 300 años desde que Voltaire escribió Zadig o el destino, una serie de siete relatos de corte oriental de los que he recogido una cita con la que iniciar este escrito. El tiempo pasa, pero conforme uno lee o se adentra en el pasado se da cuenta de que en el fondo no somos tan distintos a la gente de otro tiempo. Lo que le dice el sabio Ouloug a las sultanas le será cercano a cualquier fan del deporte u otros tipos de entretenimiento, pero para un seguidor de la NFL en vísperas de la Super Bowl puede ser su pan de cada día. Comentarios desde la ignorancia que pretenden hacer de menos algo, y más allá de entrar en discusiones sin ningún tipo de valor, la mejor respuesta ante cualquier ataque o cuestión vertida desde la ignorancia es la que le dieron las sultanas a Ouloug: “Precisamente por esto nos gustan tanto”.

LAS MIL Y UNA NOCHES

Las mil y una noches, una obra que os sonará a todos, de la que conocemos un sinfín de personajes e historias, pero que continúa fascinando y sorprendiendo a todos aquellos que deciden adentrarse en ella. La obra más conocida y leída en Occidente de la literatura árabe, que fue tomando forma durante varios siglos gracias a la contribución de autores y eruditos de Asia y el Norte de África con cuentos y leyendas de culturas tan ancestrales como la persa, griega, china, india, egipcia, árabe, siria… Esos autores decidieron permanecer en el anonimato debido al escaso prestigio del que gozaba el género de ficción entre la intelectualidad árabe, pero es gracias a ese mismo anonimato que esta obra resulta transgresora en todo tipo de temas y tabúes.

Tuvo que pasar mucho tiempo hasta que Occidente pudo disfrutar de Las mil y una noches. La primera traducción al francés llegó en 1704, y no fue hasta finales del siglo XIX cuando la obra llegaría a nuestro idioma, pero no tendríamos una traducción integra del árabe al español hasta 1965. Ya os podéis imaginar lo mucho que adoro la que considero toda una oda a la cultura popular de una importante parte de nuestro mundo, un clásico de la literatura universal, una obra que se niega a envejecer y que ya forma parte de nuestro propio folklore en muchos casos, siendo una enorme referencia para un gran número de autores y obras a lo largo de los años.  

Os preguntaréis, ¿cómo algo tan grande tardó tanto tiempo en llegar? Bueno, eran otros tiempos, pero el llamado eurocentrismo sumado al que a día de hoy podemos llamar yankee-centrismo, nos han alejado o hecho ver con ojos de extraño a una parte cultural importante de nuestro mundo, tan solo por estar en el otro lado. Un ejemplo actual de ello es Liu Cixin, uno de los autores de ciencia ficción más importantes de nuestro tiempo gracias a ‘El problema de los tres cuerpos’, y que vio su obra traducida al inglés y, tras ello, a más idiomas, por pura casualidad. ¿Cuánto nos hemos perdido? Eso mismo me pregunto yo muchas veces con la NFL y nuestro amado fútbol americano, ¿cuánto nos hemos perdido? La puerta de entrada a nuestra liga y deporte para el español medio es muy tardía, y aunque a día de hoy esos plazos se acortarán, no es muy habitual seguirla semana a semana antes de cumplir la mayoría de edad, pero todo eso está cambiando. Al igual que la obra anónima recopilaba relatos y cuentos populares de toda una parte del mundo, el crecimiento de la NFL en España y el resto del mundo hispano parece imparable, con un país como México más que establecido desde hace múltiples décadas, pero al que cada vez se unen más hermanos con ganas de difundir, disfrutar y seguir aprendiendo. El fútbol americano en España, Chile, Argentina, Colombia y tantos otros lugares en los que se habla el español es cada vez más una pasión que mueve a multitudes.

¿CUÁNTO NOS HEMOS PERDIDO?

La NFL son nuestras mil y una noches particulares, costó llegar a ellas, pero una vez lo lograron se establecieron para no irse jamás. Nombres como Vince Lombardi, Joe Greene, Dan Marino, Lawrence Taylor, Adrian Peterson o Tom Brady son tan habituales y cercanos como lo fue para una gran parte de Occidente las figuras de Aladino, Ali Babá o Simbad el marino. Durante siglos, en nuestro caso décadas o lustros, desconocíamos e ignorábamos lo que es todo un universo deportivo, y es por ello  que le damos tanto valor a día de hoy y eventualmente tenemos esa sensación de que el resto de nuestro entorno debería también disfrutar y gozar por completo como nosotros lo hacemos. ¿Será cuestión de tiempo?

Durante la 64ª noche, al-Hasán-al-Basrí (patriarca del islam primitivo, que tuvo una escuela en Basora en la que se formaron hombres que destacarían en varios campos del pensamiento), dijo: El hombre que abandona este mundo echa de menos tres cosas: no haber podido gozar por completo lo que había ganado durante su vida, no haber alcanzado lo que anhelaba y no haberse preparado concienzudamente para la existencia futura

La NFL, un apasionante laberinto de emoción que año a año nos aporta un sinfín de momentos por los que brindar, llorar, enfadarse, hacer amigos y no tan amigos. A la que queremos tanto que no debemos dudar a la hora de criticar o mostrar sus imperfecciones, ser sincero con nosotros y nuestra audiencia en busca de una forma más justa de la misma. Las mil y una noches, las mismas que salvaron la vida de Sahrazad gracias a su inigualable encanto y que nos sirven para darnos cuenta de lo mucho que tardó en llegar la NFL a nuestra vida, pero como esta jamás nos volverá a ser extraña.

@LaGuaridaNFL

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