No me gustan las dos semanas previas a la Super Bowl. Creo que están hinchadas y existe cierta saturación de contenidos. Entiendo perfectamente que es una maquinaria muy grande y montar un evento así necesita de una logística mayúscula. Particularmente, la Super Bowl (el Super Bowl para centroamérica y sudamérica y lo Super Bowl para Lleida) es un partido que siento fuera de la temporada. Se da un hecho curioso: como solo hay dos equipos que la juegan, estas dos semanas sirven de pistoletazo de salida para la offseason de treinta franquicias. El contenido en prensa, podcasts y grupos de telegram se llena de mock drafts (pura ciencia ficción, pero a aquellos que seguimos de lado el college nos sirve para empezar a familiarizarnos), rumores de coordinadores y futuros agentes libres. En una liga con un contenido perfectamente engrasado se da este fenómeno vital que ningún deporte es capaz de igualar: la NFL empieza y termina a la vez. Es realmente llamativo observar como cuando el foco debería estar lo más cerca posible en el desenlace de Eagles y Chiefs, parte del cerebro y todo el corazón de la gran mayoría de aficionados ya ha pasado página y está pensando en septiembre de 2023. A este cortocircuito hay que sumarle las decenas de artículos de #tioabuelodejugadorcogeuncocheyconduce78horasparavereldebutdesuhijo o la eterna pregunta: ¿Cuántas alitas de pollo se van a consumir durante la Super Bowl?
La respuesta es 42.
Vamos, al lío.
# Mahomes y el barco de Teseo
Solo 6 de los 93 partidos de Mahomes en la NFL han tenido un EPA/play negativo. Si alguien no está familiarizado con el término EPA, que se pase por aquí donde lo explico: Glosario Analytics. Cinco finales de conferencia, tres apariciones en Super Bowl y un anillo, de momento.
El dominio de Kansas, liderado por su QB, parece dinástico. Pero ¿estamos seguros? Plutarco recogió esta leyenda griega:
«El barco en el cual volvieron (desde Creta) Teseo y los jóvenes de Atenas tenía treinta remos, y los atenienses lo conservaron hasta la época de Demetrio de Falero, ya que retiraban las tablas estropeadas y las reemplazaban por unas nuevas y más resistentes, de modo que este barco se había convertido en un ejemplo entre los filósofos sobre la identidad de las cosas que crecen; un grupo defendía que el barco continuaba siendo el mismo, mientras el otro aseguraba que no lo era«.
Mahomes, junto a Andy Reid, ha liderado el barco de Kansas City Chiefs durante cinco temporadas. Si miramos el ratio de pases por encima de lo esperado (en función de la situación de juego según el histórico de la liga) este ha pasado progresivamente del 7.9% en 2018 al 10.8% de 2022, pero donde la distancia media de pase (aDOT) se ha reducido de 9.1 yardas en 2018 a 7.2 en 2022. Es un equipo que hoy utiliza muchas más formaciones pesadas, del 34% de personal 12 y 13 en 2021 (un Runningback, dos o tres Tight Ends) al 42% en 2022. Es un equipo que ha sabido contrarrestar lo que las defensas le han propuesto, especialmente el juego con dos safeties profundos en pattern match. El propio Mahomes no es el mismo que el año pasado. Su temple en el pocket, su capacidad de no romper jugadas con mucha más paciencia, lo están llevando a ser todavía más un jugador total. Como el barco de Teseo, estos Chiefs son y no son lo mismos que 2018. Ya lo dijo Belichick, cada temporada es una nueva historia.
# La defensa gana campeonatos (golpecito en el pecho, puro, vaso de coñac)
Por mucho que la manida frase «la defensa gana campeonatos» aún llene tweets y artículos de, entre otros, la FOX, esta se desmonta viendo los números de los equipos que entran en playoff. Un altísimo porcentaje son equipos con un ataque top. Con las defensas no pasa tanto. Ahora, estas tornas se igualan en playoff, donde, a igualdad de ataques, son otras facetas las que deciden los partidos. Entre ellas, la defensa. Un ataque consistente y exitoso es condición necesaria para llevarte la Super Bowl, pero puede no ser suficiente. Y en concreto, quiero destacar dos: la red zone y los equipos especiales.
Chiefs e Eagles son el segundo y tercer mejor ataque en red zone de la NFL, con un 70.51% y un 68.57% de porcentaje de anotación, respectivamente. Sus defensas contra red zone no han destacado especialmente, pero no debemos subestimar la capacidad continua de Spagnuolo para ser trascendente en playoff. El partido descomunal de Chris Jones del otro día bien puede valer un título si se repite. Eso sí, enfrente tienen cinco jugadores muy peligrosos.
# Esto se gana en las trincheras
Percibo ciertas dudas sobre Eagles a raíz de su calendario. El drama de 49ers con sus QBs no permitió medir, a priori, el valor de este equipo. Se le acusa de no haberse enfrentado a rivales de entidad. Y si bien es legítimo planteárselo, hay tres factores que me dicen que estos Eagles sí son un gran equipo. El primer factor es una reflexión general: un equipo dice mucho más por como gana a los equipos teóricamente inferiores que a sus iguales. Miren a los Vikings, 12-3 con 11 partidos en una sola anotación. No auguraba nada bueno (pero que les quiten lo bailao). Estos Eagles han arrasado esta temporada, ganando de forma contundente en 9 de sus 14 victorias. A este factor se le suma unas trincheras muy poderosas. Su OL es la mejor en protección de pase y segunda bloqueando la carrera según el Pass Block Win Rate (PBWR) y Run Block Win Rate (RBWR) de ESPN. Su DL es la mejor en pass rush según el Pass Rush Win Rate (PRWR). Contra 49ers dominan todo el partido y son capaces de proteger a Hurts y penetrar en la OL, donde llega la lesión de Purdy. Y tercero, un ataque único. Una amenaza dual con Hurts, basado en RPO, a los que se anidan o enlatan conceptos de pase que se despliegan por el campo con eficacia.
Sí, estos Eagles son cosa seria.
# Un último deseo.
Solo le pido al Dios del football que el domingo no se lesione nadie como en la final de la NFC. Si queremos que esto cambie en el futuro, tendremos que hablar del extremo atleticismo de los jugadores y como está siendo un torpedo de flotación al futuro de la NFL. Tiempo tendremos de hablar sobre ello.
A disfrutar de la Super Bowl. Comed alitas.
-Jesús Soler-@Unmalkicker