Antón Gallo
Ahora mismo, está defensiva quesera podría identificarse como ese trozo de esparadrapo que te ponen con el algodón en una extracción de sangre. Cuando te lo quitas o te lo quitan empieza a tirar de los pelos de tu brazo haciendo que veas las estrellas mientras la voz de tu conciencia te martiriza diciendo las palabras mágicas que diría tu progenitora: “Ves, si lo hicieras deprisa, apenas te dolería”. Y es que, ese trocito de esparadrapo resulta que da la vuelta a todo el brazo, con lo cual aparece un terreno esquilmado entre esa mata de pelo que poblaba tu extremidad.
Si bien llevamos diciendo eones que el mal endémico de los Packers es el juego contra la carrera, y que a Joe Barry se le estaba poniendo cara de Dom Capers (Domingo Alcaparras para los que nos siguen en la Tundra), ahora parece que ha de unirse otro mal a la ecuación.
Y todo depende del prisma con que se mire, no nos equivoquemos. Según el prisma y la cara por la que mires, puedes encontrar distintos culpables. Por un lado, el mal endémico del juego contra la carrera es una. Otra debería ser las defensas zonales. Otra Matt LaFleur. Por supuesto que, en una cara distinta, Joe Barry. Y así, hasta crear una conjunción de todas las caras del prisma.
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Dependiendo de lo que podamos pensar, esa cara del prisma podrá prevalecer sobre otras. Aunque algunas parezcan como las nieves en las cotas más altas, perpetuas, otras son de fácil solución. Y si bien, la franquicia de Green Bay no es amiga de tomar decisiones en caliente y a la ligera, parece que cada día, las aguas que bajan en esta defensa son más turbulentas.
Y el dique, que en este caso es el propio Matt LaFleur, está conteniendo todo esto, por el momento. Y ya ha confirmado que el plan sigue siendo el mismo, que Joe Barry siga al cargo de la defensiva y de las jugadas, ya que no es lo mejor a día de hoy cesarlo.
Vemos reacciones de varios jugadores, tanto haciendo unfollows en redes sociales como dejando mensajes crípticos y no tan crípticos. Vemos las reacciones de los fans, de los cheeseheads, frustrados por ver como la defensa hace aguas nuevamente por nonagésima temporada consecutiva (perdónenme la exageración, pero en estos momentos seguro que entienden el porqué). Y vemos que trás las debacles Caperianas, ajustes Petinianos y catástrofes Barryanas (no siempre ha sido así, alguna vez hubo esperanzas defensivas), la actitud que da el entrenador es la siguiente: “No vamos a tomar decisiones precipitadas, tenemos que ver el video del partido y decidir en consecuencia”.
Y nosotros, mientras, seguimos esperanzados en un cambio de dinámica, en un cambio de rumbo de una defensiva de la cual pensamos que se desaprovecha su talento. También pensamos que se hierra en los esquemas usados, de esos prevent tan sangrantes y de esas coberturas tan deleznables como erróneas. Pero, sobre todo, seguimos esperanzados en sentirnos partícipes de “Alicia en el país de las maravillas” y ver a nuestra reina roja quesera decir una frase mientras señala a Joe Barry. “Que le corten la cabeza” (no literalmente, por favor, que seguro se entiende el sentido figurado).
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Por Antón Gallo
