Santiago Tomasi
Después de solo 6 jornadas, ya podemos confirmar un año más que nadie conseguirá hacer la temporada perfecta, algo que no nos debería sorprender, pero siempre es noticia. En este caso, tanto 49ers como Eagles cayeron contra equipos de la considerada zona media de la NFL y además sin sus QBs titulares, pero contra defensas de un nivel altísimo, en un año donde están consiguiendo imponerse por primera vez en casi una década.
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Y debemos empezar el analisis con el extraordinario trabajo que hizo el coordinador defensivo de los Browns frente al gran genio de los movimientos ofensivos. Ya no es solo que Cleveland ganase el partido (de lo cual se puede culpar a Moody), si no que consiguió parar el buen juego del resto de la temporada de Purdy. Es cierto que las lesiones de 49ers ayudaron, ya que sin McCaffrey y Samuel cuesta mucho hacer todos los movimientos pre-snap que suele hacer el equipo de la bahía, pero los Browns han pasado de una defensa talentosa e indisciplinada a una defensa que está hecha de titanio y que además mantiene todo el talento con jugadores como Myles Garrett jugando a un altísimo nivel.
Y ofensivamente, el partido fue una demostración de que Stefanski está lejos de ser el mediocre entrenador que para muchos era, durante su segunda temporada. Sin Watson y sin Chubb, el equipo fue capaz de montar jugadas que hicieron muchísimo daño a los 49ers con Ford y Hunt completando un maravilloso partido en el backfield. Sobre PJ Walker se podría hablar mucho y es cierto que no es un buen QB a nivel titular en la NFL, pero a su vez, completó pases de mucho mérito que para mi son más que suficientes para considerarle como un maravilloso back-up. Y eso es muy importante en una liga donde el abismo entre QB1 y QB2 cada vez es mayor y en algunos casos es directamente de tener que tirar la temporada si te lesiona el titular porque el suplente es incapaz de jugar.
Para 49ers esta derrota tampoco debería ser un drama por lo mencionado anteriormente además de la lesión de Trent Williams, que le dejó bastante tocado. Es aceptable perder y más fuera de casa contra una de las mejores defensas de la liga. El ataque sufrió, pero anotó, y la defensa cumplió. El problema obviamente con Jake Moody existe ahora mismo y no se debería sobreanalizar mucho más allá de que falló dos FG que debería haber anotado. En las 5 primeras semanas no había fallado y ahora nos toca ver una de las cosas más importantes en la posición, la capacidad de reacción que tenga el jugador y si mentalmente es lo suficientemente fuerte como para que esto no le afecte en próximos partidos. Si lo consigue, esta derrota será olvidada por todos, si no, seguramente sirva como ejemplo de porqué no hay que draftear QBs en rondas tan altas, algo que tiene mucho que ver con la naturaleza tan dura que tiene la liga con sus propios jugadores.
Los Jets y Saleh saben a lo que juegan
A veces saber a lo que juegas es mucho más importante que tener unas ideas maravillosas e innovadoras, y los Jets mostraron como a veces lo único que necesitas es tener claro que es lo que tienes que hacer. Ofensivamente el equipo de Nueva York es limitado con Zack Wilson a los mandos, pero ya no es el equipo asustado y triste del año pasado. Wilson no da para más, pero al menos no resta a los demás, y la línea ofensiva está empezando a ser capaz de proteger lo suficiente como para no considerarla en la zona de Giants y Patriots. Quizás no sea el mejor equipo del planeta en ese sentido, pero contra Eagles mostraron que eso es suficiente para competir partidos, ya veremos si consiguen llegar lejos este año.
Por el lado defensivo, la realidad es que Saleh ha imprimido mucha garra al conjunto de Nueva York y están siendo capaces de competir al nivel más alto. Ya no es solo la intercepción en el penúltimo drive ofensivo de los Eagles, es la sensación de que ni Hurts ni el backfield estuvieron cómodos con una presión constante de gente y con buena cobertura de la zona media, algo que hace años parecía imposible cuando se veía a los Jets. Esta victoria seguramente no sea más que la demostración de que son un equipo competitivo, pero insuficiente para Playoffs, y eso no es algo malo. No lo es, porque aquellos que son capaces de pelear están a un golpe de lesiones rivales de colarse en enero, y a partir de enero, todo es tan extraño que cualquier cosa puede pasar. Lo que sí es seguro es que el equipo de Nueva York no se equivocó de entrenador, y eso vale mucho más de lo que parece.
Para Eagles los problemas se acumulan aunque vayan 5-1 y dan la sensación de equipo mucho más débil que el año pasado. Es lógico y en este caso la lesión de Lane Johnson no ayuda, pero no son la máquina imparable tanto en línea ofensiva como en general en capacidad de movimiento del balón. Y en mi opinión, es algo lógico. Son el primer equipo que han perdido a los dos coordinadores para que sean entrenadores en jefe de la NFL desde los Broncos en 1994 o si nos sirve College, desde los Patriots del 2004. Obviamente hay cosas que ajustar y están alejados de los 49ers como mejor equipo de la NFC, pero siguen siendo tremendamente competitivos y creo que van a hacer sufrir a mucha gente durante la temporada.
Chicago, Carolina, New England, Denver: Bienvenidos al infierno
Ver un partido de los cuatro equipos arriba mencionados es una experiencia poco recomendable a todos los niveles, con la sensación de que los problemas no están solo en el campo. Empecemos por Chicago y su desastroso partido contra los Vikings. La lesión de Fields no ayuda, pero su línea ofensiva fue incapaz de parar a un front seven de Minnesota que exceptuando a Danielle Hunter no estaba jugando a un nivel alto. Ver el partido es ver a un equipo perdido ofensivamente sobre el campo y a una defensa que si bien no está tan mal como en otras semanas, sigue desaprovechando una secundaria joven y tremendamente talentosa. No creo que veamos más de Eberflus en cuanto termine la temporada.
Carolina es sencillamente un mal equipo, con mal play-calling y mal entrenado. Con un roster mediocre en el cuerpo de recpetores, Bryce Young tiene poca responsabilidad en que la ofensiva sea absolutamente estatica, por mucho que hiciesen un cuarto y medio bueno contra unos Dolphins que en cuanto apretaron el acelerador sencillamente destruyeron a su oponente. Ahora, Frank Reich ha optado por dejar las labores de playcalling a su coordinador ofensivo y me parece un enorme acierto. El equipo va a ser muy malo y sigue siendo el único que aspira al 0-17. Creo que son mejores que eso y que van a acabar ganando partidos, pero esa primera ronda alta va a venir de maravillas a un rival de conferencia como son los Chicago Bears.
Los New England Patriots son ofensivamente una combinación de errores que parece tener como objetivo enseñarnos todo lo que está mal en la NFL. Partamos de la base, la línea ofensiva es sencillamente absurda, siendo incapaz de parar un simple constipado. Si le ponemos a Maxx Crosby al otro lado, pues son absolutamente destrozados sin ningún tipo de problema. Pero es que si vamos al cuerpo de receptores, tenemos que hablar del trabajo absolutamente mediocre de gente como DeVante Parker, los cuales ahora mismo parecen dignos de la XFL, no de la NFL. Mac Jones tampoco está jugando bien y si vemos la última interceptación, dan ganas de sentarle y no volverle a poner, pero es que ojalá fuese el peor jugador de ese equipo, porque no está cerca de serlo, pero tampoco está jugando como un titular de la NFL.
Y finalmente tenemos a los Denver Broncos que yo ya no sé como explicarlo. El contrato de Russell Wilson es muy negativo, pero es que el QB tiene muy poca culpa en una temporada donde al menos, está jugando de forma decente. En general, sin que la ofensiva sea extraordinaria, al menos no es horrenda, lo cual ya es un avance sobre el año de Hackett. Y esto lo estoy diciendo después de un muy mal partido frente a los Chiefs, pero es que defensivamente son absolutamente mediocres. Cómo es posible reforzar una posición y pasar de ser top 5 a top 25 de la NFL es algo que se me escapa, pero los Broncos lo han conseguido, con Vance Joseph haciendo un trabajo sencillamente horrendo y con fichajes como el de Frank Clark que ya está fuera del equipo habiendo firmado hace menos de 3 meses. Sean Payton montará su espectáculo y criticará a todo el mundo salvo su propio trabajo, pero de momento, no está mejorando a Nathaniel Hackett, por mucho que dijese que es el peor trabajo que había visto en su vida. Y si hay algo peor que ser malo, es ser un bocazas y luego hacer un mal trabajo, Payton no tiene problemas de posibles despidos, pero… El resto de Denver que se prepare, porque su puesto está en juego.
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Por Santiago Tomasi
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