Santiago Tomasi
La realidad es que esta va a ser una crónica diferente al resto de las que habeís leído porque no voy a poder analizar la semana o al menos varios partidos de la misma. Como muchos ya sabreís, esta semana yo he podido asistir al encuentro disputado entre los Jacksonville Jaguars y los Buffalo Bills, por lo que vamos a centrarnos en ese partido y en todo lo que dio de sí un encuentro donde hasta el jet-lag y los días de descanso en Londres tuvieron su efecto.
Jacksonville domina, pero no controla el marcador
La primera mitad fue una absoluta exhibición de los Jaguars, maniatando por completo a la ofensiva de los Bills. El equipo de McDermott intentó jugar con una ofensiva similar a la que vimos frente a Miami, con un balance entre juego de pase y de carrera, pero la realidad es que los de Buffalo fueron absolutamente incapaces de correr durante todo el partido y McDermott dejó rápidamente de intentarlo en cuanto vio que el equipo no podía pasar de la primera línea de presión. Esto ponía toda la presión en un Josh Allen que hizo un buen partido, pero que en la primera parte se vio sobrepasado por una línea defensiva de Jacksonville que actuó a su voluntad.
En el otro lado, Trevor Lawrence empezaba el partido con una facilidad pasmosa y todo hacía indicar que la primera parte iba a ser un absoluto paseo de Jacksonville, con 11-0 en el marcador la sensación era que el equipo de Florida podía dejar el partido visto para sentencia, pero empezaron a sufrir en el segundo cuarto con un buen trabajo de la secundaria de Buffalo y eso forzó a que tuviesen que patear a falta de 5 minutos, momento en el cual la ofensiva y Josh Allen tuvieron un extraordinario drive, aunque no sería el mejor del partido para los Bills. Los Jaguars aún así tenían un 11-8 a favor y balón para sentenciar y ponerse a dos anotaciones en la primera parte, una ventaja que parecía definitiva.
Pero, aquí intervendría AJ Epenesa, el mejor jugador sin ningún tipo de dudas para el equipo de Buffalo. Tras un drive dirigido a la perfección por Trevor Lawrence, Epenesa llegaría al QB para conseguir un strip sack que salvaba la primera parte y permitía a Buffalo mantenerse con vida en el marcador. El partido de Buffalo no era ni mucho menos para irse con una anotación de ventaja, era más bien para irse varias anotaciones por debajo, pero gracias al talento de sus jugadores habían sobrevivido a una primera parte donde habían salido absolutamente dormidos y donde todo hacía indicar que no iban a tener reacción.
El show de Etienne
La segunda mitad nos permitió ver a una defensa mejor en Buffalo, una vez más con Epenesa a los mandos, completando su mejor partido desde que llegó a la NFL, pero con un juego de carrera de Jacksonville que cada vez hacía más daño. Lawrence buscaba carreras en situaciones claras para conseguir yardaje, pero era Travis Etienne que demostraba todo su talento tras una línea ofensiva que llegaba rápidamente al segundo nivel y podía acompañar en los bloqueos. Todo ello sumado a un brillante Calvin Ridley, hacía parecer que los Bills no tenían opción de ganar… Hasta que otro dichoso fumble, provocado en este caso por Ed Oliver le daba el balón a Buffalo con el mismo marcador que en el descanso a pesar de que llevaba Jacksonville 12 minutos de posesión de los 15 del tercer cuarto.
Mark Greenwood/IPS/Shutterstock
Aquí sí que el partido se rompió de forma definitiva, con una gran intervención de Williams a un pase de Allen que buscaba el 50/50 con Diggs y que por una vez no lo encontró. El receptor no tendría su mejor día y estaba visiblemente molesto, con varios pases que se le quedaron algo cortos y con la sensación de que parecía uno de los más descontentos con la situación de Londres. Básicamente, el jugador ya había afirmado el viernes que él estaba preparado para jugar y que no tenía problemas, pero reconocía que muchos de sus compañeros estaban cansados del viaje. El propio Josh Allen también reconoció que el viaje les había afectado y que él se encontraba realmente cansado. Así que en eso tenemos parte de los motivos para el mal encuentro de los Bills, pero volvamos al encuentro.
Los Jaguars no desaprovecharían la oportunidad y a partir de aquí ambos equipos se intercambiarían anotaciones en drives cada vez más cortos. Si Jacksonville anotaba en 5 minutos, Buffalo respondía en 3, y si Jaguars lo hacía en 1 minuto con un maravilloso 3&4 a Ridley y una carrera extraordinaría de Etienne, los Bills golpeaban con solo 45 segundos y un drive donde Josh Allen mostró todo su talento, primero como un pasador profundo de primer nivel y luego como un QB con capacidad de correr y de un segundo esfuerzo siendo placado, tal y como ocurrió en la anotación. El último drive de Buffalo no obstante no tuvo prácticamente tiempo y al intentar un ladder, el balón fue recuperado por Jacksonville para finalizar el encuentro.
Los Londres Jaguars salen 2-0
La realidad es que estas dos semanas han salido redondas para un equipo de Jacksonville que llegaba con muchas dudas a tierras inglesas y salen con un récord positivo y dos victorias importantes para sus aspiraciones de Playoff. Por un lado, el partido contra Falcons mostró una mejora defensiva que también se ha visto en este partido, y por el otro, el ataque ha sido capaz de mover bien el balón y de que Lawrence y Ridley hayan entrado en una sincronía que puede ser clave para el resto de la temporada. A pesar de lo raro que puede parecer, varios jugadores (Etienne, Ridley y Allen) estaban muy satisfechos con esta especie de gira europea, hablando de que les ha ayudado a hacer más equipo y sobre todo les ha alejado un poco del ruido del día a día para poder centrarse únicamente en sus compañeros y en como mejorar.
No sé si ahora se transformará en tradición que algún equipo haga esta clase de giras, pero sí que es evidente que tiene ciertas ventajas. La principal de ellas, que el segundo partido vas a llegar mucho más preparado que tu oponente, el cual veremos si decide viajar antes como se hacía antiguamente, o se mantiene en intentar llegar a última hora y hacer solo un Walkthrough en Londres. La NFL sigue hablando cada vez más de su expansión y los equipos van a tener que adaptarse a un nuevo sistema donde estos viajes transoceánicos (o a Brasil, si los rumores son ciertos) se transforman en el pan de cada día. Ah, y Pederson lo dejó claro, pero creo que vamos a ver pocos equipos que después de la gira por Europa acepten el bye si es tan pronto en la temporada, es algo que no les gusta un pelo a los entrenadores y con motivos para ello.
Por parte de Buffalo, y a pesar de que el estadio estaba repleto de aficionados de la ciudad, las sensaciones son bastante negativas. El equipo dio la sensación de ser absolutamente plano e incapaz de poder emular el partido de Miami. Puede que haya sido por mala preparación, pero eso no es un buen síntoma en un equipo que espera este año poder pelear por todo. Veremos también como afrontan la más que sensible baja de Matt Milano, el cual se va a perder prácticamente seguro el año después de una lesión bastante grave, siendo como es uno de los grandes líderes de esta defensa.
Don’t look back in anger
Y ahora, hablemos un poco del maravilloso ambiente del que se pudo disfrutar en el Tottenham Hotspur Stadium. Las dos aficiones estuvieron a la altura y el público neutral también, con muy buen rollo entre todo el mundo y con muchísimo colorido en la ciudad durante tres días enteros. Sin ir más lejos, en el partido del QPR (Championship), la zona de tribuna tenía aficionados alemanes, franceses, brasileños y españoles que venían a ver la NFL y además también aprovecharon para ver un poco de fútbol inglés. Una experiencia única y que merece la pena para todos aquellos que tengáis dudas sobre disfrutarla.
Ah, e igual que Sweet Caroline y Country Road son las dos canciones que suelen escucharse en los tiempos muertos y que ya se han convertido en himnos, creo que Don’t Look Back in Anger debería hacerlo también por derecho propio. Pocas veces una canción me ha puesto los pelos de punta como este momento, con todo el público cantando lo que es un himno de los 90 y que acabó con un precioso pase de Josh Allen a Diggs para más de 30 yardas, cerrando unos 3 minutos sencillamente extraordinarios y que por suerte dudo que en algún momento pueda olvidar. Porque al final, la NFL también es esto, los sentimientos que nos provoca y lo bonito que es poder compartir una pasión con tanta gente.
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Por Santiago Tomasi
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