Antón Gallo


15 de enero de 1967. Se está haciendo historia en el Memorial Coliseum de Los Angeles. Los Kansas City Chiefs, dirigidos por Hank Stram y los Green Bay Packers, mandados por Vince Lombardi,  están disputando la primera Super Bowl. Los Chiefs pierden por siete puntos cuando resta un minuto para el descanso. Justo en ese momento, Mike Mercer anota un field goal de 31 yardas para recortar la desventaja a solo cuatro puntos. Tras volver a intentar anotar Green Bay, mediante su ya clásico Power Sweep, Norm Schachter, árbitro principal de dicha contienda (También lo sería de la Ice Bowl) pita el descanso. 

Los jugadores encaran el túnel de vestuarios mientras las marching bands de Grambling College y Arizona se disponen a realizar el primer halftime show de la historia de la Super Bowl junto con un grupo de Anaheim High School, las Ana-Hi Steppers. 

Vince Lombardi está preocupado. No esperaba que su máquina bien engrasada ganase por cuatro puntos. Hank, por otra parte, está esperanzado. Cree que le pueden dar la vuelta al partido. Los jugadores están en los vestuarios ya disfrutando de un merecido descanso.

¿Qué pasó después del descanso? Las esperanzas de aquellos Chiefs se diluyeron en el momento en el cual Willie Wood interceptó un pase de Len Dawson, el quarterback de aquellos Chiefs. A partir de ese momento, la defensiva quesera desdibujó el entramado ofensivo de los de Stream, pasando a dominar toda la segunda parte y no dar opción alguna a la sorpresa en el Memorial Coliseum.  

A día de hoy, bebidas energéticas, barritas, geles, batidos, fruta… Alimentación de rápida absorción para el cuerpo, sirven para reponer fuerzas e hidratar a los jugadores. Antaño no había tanto. Entonces, incluso había jugadores que salían a jugar tras el descanso bajo la influencia de la cocaína (Chester Marcol, llamado Polish Prince, reconoció haber jugado bajo sus efectos). Pero no, no queremos decir que aquellos jugadores lo hicieran. Simplemente nos dirigimos a una de esas icónicas imágenes que nos ha dejado el football y que encabeza este modesto artículo. 

Len Dawson, apodado Lenny The Cool, era retratado mostrando cómo “disfrutaba” de un cigarrillo con una botella de Fresca a sus pies. Antes de que el swag fuera swag como a día de hoy se conoce al swag. Len Dawson era el dueño del swag. Pero… ¿Por qué era llamado The Cool?.


The Cool tardó en encontrar su camino. Tras haber perdido las batallas por el puesto de QB titular tanto en Steelers con Earl Morrall o Bobby Layne y en Browns con Milt Plum, cambió la NFL por la AFL. El destino quiso que Hank Stram, su descubridor y el hombre que lo llevó a Purdue, se volviera a encontrar con él en los Dallas Texans (posteriormente, se trasladaron a Kansas City, pero, eso es otra historia que algún día será contada). ¿El destino o el propio Hank Stram?. A esta pregunta no daremos la respuesta, pero estamos seguros de que tú, querido lector, ya la sabrás. 

Para el mítico entrenador Paul Brown, Len Dawson quizás no tenía lo que hay que tener para jugar en la NFL, y eso mismo le dijo a Stram, el cual agradeció el consejo. Este último sabía lo que debía y tenía que hacer, así que siguió con su plan original. 

Lenny se hizo un hueco rápidamente en los Chiefs y se convirtió en su líder… pero también en el hombre de las noticias. A veces acababa los entrenamientos, y antes de cambiarse, empezaba a entrevistar a sus compañeros en el vestuario. Después HBO, NBC… su carrera en los medios transcurrió a la vez que su carrera en los Chiefs, hasta su retirada. Prosiguió atado a esta pasión por voluntad propia hasta bien entrado el siglo XXI. 

Pero aún no hemos dado respuesta. ¿Por qué a Len Dawson se le conocía por Lenny The Cool? Leonard era el líder por completo de los Chiefs y eso se notaba perfectamente con sus compañeros. Un día, Hank Stram se le acercó y le dijo: “Make sure that you never let them see you sweat.” Asegurate que nunca les dejas (a tus compañeros) ver como sudas. Dawson, un hombre que era desenfadado y dicharachero le contestó “Coach, quarterbacks don’t sweat, quarterbacks perspire”. -Entrenador, los quarterbacks no sudan, los quarterbacks transpiran-.

USA; FILE PHOTO; Kansas City Chiefs head coach Hank Stram talks to quarterback Len Dawson (16) on the sidelines . Mandatory Credit: Malcolm Emmons-USA TODAY Sports

Quizás este sea el origen, quizás sea anterior o posterior, pero lo que está claro es que tenía una personalidad arrolladora. Sabía hacerse respetar. Se dice, que una mirada suya podía hacer temblar al jugador más díscolo. Hasta tal punto era el líder de este equipo, que Hank Stram le daba completa libertad para cambiar las jugadas si era necesario en el huddle.  

Eso sí, aquel huddle resultó extraño para la época. Coach Stram se reía diciendo que así se solucionaba el problema del mal aliento. Pero en el fondo, todo obedecía a un propósito. Solo una voz debía ser escuchada en el huddle. Esa voz era la del quarterback. Esa voz, era la de Lenny The Cool. 

Esto nos trae a agosto de 2022, en plena pretemporada. Un 24 de agosto, Len Dawson falleció. Un día después, sus queridos Chiefs jugaron el último partido de pretemporada. Los Chiefs se enfrentaban a los Packers en Arrowhead. Los jugadores ya portaban el 16 en el casco a modo de homenaje. Quedando 12:38 para el final del primer cuarto, la ofensiva Chief saltó al campo. Los líneas atrás. Un poco más agachados receptores y corredores. Y delante de ellos, Mahomes. Ese choir huddle sirvió para dar un sentido homenaje sobre el campo a alguien que dio tanto por la franquicia y por la ciudad. Aunque quizás el mejor llegó meses después, ganando otra Super Bowl para la franquicia. 


Len Dawson era el séptimo hijo de un séptimo hijo. Es cierto que hay culturas donde ser el séptimo hijo del séptimo hijo, te otorga poderes o es una maldición y te condena. En Irlanda se dice que puede ser un sanador este vástago. En Transilvania, este hijo está condenado a ser un vampiro. Y hay muchas más leyendas sobre todo esto.

Pero quién sabe, quizás ser el séptimo hijo de un séptimo hijo, otorgó ciertas cosas a Lenny The Cool. Quizá le otorgó poderes en los medios, en el huddle… o a la hora de enfrentarse a según qué retos se le fueran planteando. Lo que está claro, y citando lo que él mismo dijo el día que se despedía de la KMBC, “I am the seventh son of a seventh son, and i have been one lucky son of a gun”.

━━━━━━ ◦ ❖ ◦ ━━━━━━

Por Antón Gallo


Por

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

%d