No habían transcurrido ni diez minutos desde que los Philadelphia Eagles doblegaran a los Jacksonville Jaguars sobre el césped de Wembley, echando el cerrojazo a la edición 2018 de los partidos de la NFL disputados en Londres. El túnel era un verdadero hervidero de gente. Los periodistas observaban, esperando que se abrieran la puertas de los vestuarios, mientras los encargados de material de ambos equipos iban cargando los pesados baúles en dos enormes camiones. Las miradas de la prensa se centraron en dos hombretones que se abrazaron efusivamente. La expresión del más alto esbozaba agradecimiento, mientras el otro, vestido con americana y corbata, simplemente quitaba importancia al asunto. Ambos estaban encantados de verse. Cuatro años y unos meses más tarde, el jugador se convertiría en el primer australiano en actuar como left tackle titular en una Super Bowl; irónicamente, el ejecutivo, que ya no trabajaría para la NFL, vería el partido desde el televisor de su casa londinense…
Todo comenzó unos años antes, cuando Aden Durde descubrió al nigeriano Efe Obada. Unos cuentan que lo encontró en el metro y otros, que en las mismísimas calles de Londres. El caso es que Efe era un portento físico que vivía, junto a su hermana, en la indigencia. Durde, cuya historia también es digna de ser contada, entrenaba la línea defensiva de los London Warriors y trabajaba, bajo las órdenes de Alistair Kirkwood, en el desarrollo de fútbol americano de la oficina londinense de la NFL. El caso de Obada maravilló a Kirkwood, quien pidió a Durde que trabajara con él intensamente. Gracias a sus relaciones con los Dallas Cowboys, el entrenador consiguió que Obada firmara con el Equipo de América tras participar en un rookie mini-camp. El chico nigeriano pasó la temporada 2015 en el practice squad de los Cowboys sin pena ni gloria. En 2016 fue firmado por los Kansas City Chiefs, siendo cortado en el mes de junio. Las condiciones atléticas de Obada encajaban para jugar en la NFL, pero tenía que aprender mucho para conseguirlo. No solo debía saber quitarse bloqueos, sino que tenía que conocer cómo tratar sus lesiones para mantenerse sano, qué comer, etc… Toda una serie de conocimientos complicadísimos de asimilar para alguien que no ha jugado fútbol americano en la Universidad.
Aden Durde
El cerebro de Kirkwood comenzó a funcionar a marchas aceleradas. Ya en su día había convencido a Roger Goodell, cuando ni siquiera era Comisionado, para apoyar el desarrollo de la NFL en Londres, estrategia que culminó con aquel gran primer partido en Wembley de 2007, entre Giants y Dolphins, y que continuaba con gran éxito. Pero para el tozudo escocés esto no era suficiente. Siempre estaba pensando cómo añadir argumentos en el panorama internacional para que la NFL fuera seguida. Así, llegó a su mente el International Player Pathway Program, un escaparate en el que los mejores atletas del mundo buscaban competir para ganarse un sitio en la NFL, la liga que más capacidades atléticas exige. Los atletas elegidos serían reunidos en un camp en Florida, Estados Unidos, donde en un tiempo determinado respirarían el suficiente fútbol americano profesional para que los cuatro mejores disputaran la pretemporada de la NFL. ¿Cómo sería esto posible si los números de los training camp estaban cerrados? Muy fácil, Kirkwood recordó que había una excepción en el acuerdo entre jugadores y equipos que permitían a cuatro, de la misma división, tener una excepción de roster en pretemporada. De esta manera, los cuatro atletas elegidos en el Player Pathway Program irían rotando de división en división. Aunque dos jugadores participaron en una primera escaramuza en 2016, el pistoletazo real del programa se dio en 2017, con cuatro atletas internacionales cogiendo un sitio en la pretemporada de los cuatro equipos de la División Sur de la NFC. Entre ellos, los Carolina Panthers eligieron a Efe Obada.
Alistair Kirkwood
Como siempre, la novedad genera incredulidad. Aunque no lo dijeran abiertamente, muy pocos pensaban que esto iba a funcionar. Pero muy pocos también fueron capaces de creer, hace veinte años, que se jugarían partidos de la NFL regularmente en Europa. Obada irrumpió con una fuerza inesperada que hizo callar rápidamente las mentes de los incrédulos. El nigeriano no solo consiguió estar en el roster de 53 jugadores que inició la temporada para Carolina, sino que fue nombrado Jugador Defensivo de la Semana de la NFC tras su actuación en la Jornada 3, en la cual firmó un sack y una interceptación en la victoria de los Panthers sobre los Cincinnati Bengals.
Efe Obada
El International Player Program es ahora una excelente herramienta para el desarrollo y la promoción internacional de la NFL. Varios jugadores han generado un enorme impacto, como el fullback alemán, Jakob Johnson quien, tras recalar en los New England Patriots, se convirtió en un fijo en los esquemas de carrera del equipo de Bill Belichick. Johnson anotó su primer touchdown en la Semana 2 de la temporada 2020, tras recibir un pase de Cam Newton contra los Seattle Seahawks.
Sin embargo, el nombre más destacado de este programa pertenece al jugador que inicia esta corta historia, Jordan Mailata, un australiano de más de dos metros de altura que se dedicaba a la práctica del rugby. Un año después que Obada, el impacto de Mailata fue tal en el trabajo que realizó en el camp del programa en Florida, que los Eagles lo eligieron en la séptima ronda del draft de 2018. Con la llegada de Nick Sirianni, el australiano se convirtió en el tackle izquierdo titular de Philadelphia, formando parte de una línea reconocida como la mejor de la NFL en 2022, año en que Mailata fue elegido como sustituto para la Pro Bowl.
Jordan Mailata
De las calles de Londres (Obada) a la NFL, a proteger el lado ciego de Jalen Hurts en la Super Bowl (Mailata)… La vida real puede superar cualquier ficción, cuando un obstinado escocés (Kirkwood) es capaz de desarrollar un guión bautizado pomposamente como NFL International Pathway Program. Mailata sueña con volver a la Super Bowl, Kirkwood, por esos caprichos de la vida y las luchas de poder y egos que se dan en todas las empresas, ya no trabaja en la NFL, a pesar de ser la persona que más haya hecho por la promoción internacional de la liga. Moraleja de la historia en palabras de Joan Manuel Serrat: “Nunca es triste la verdad, lo que no tiene es remedio”.