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14 de marzo de 2025. – La NFL no deja de sorprendernos, y esta vez el foco está en DeMarcus Lawrence, el ex Edge Rusher de los Dallas Cowboys que, tras 11 temporadas con el equipo, firmó con los Seattle Seahawks en la agencia libre de 2025. Lo que parecía una transición típica de un veterano se convirtió en una tormenta mediática tras sus polémicas declaraciones sobre los Cowboys y un enfrentamiento en redes sociales con Micah Parsons.
El Fin de una Era en Dallas
DeMarcus Lawrence, seleccionado en la segunda ronda del Draft de 2014 por los Cowboys, dejó una huella imborrable en la franquicia. Con 61.5 sacks, 21 forced fumbles y cuatro apariciones en el Pro Bowl, “Tank” fue un pilar defensivo durante más de una década. Sin embargo, su última temporada en 2024 se vio truncada por una lesión de Lisfranc en el pie, limitándolo a solo cuatro partidos (14 tackles, 3 sacks). Con su contrato de tres años y $40 millones expirando, los Cowboys no presentaron una oferta satisfactoria para el jugador, y Lawrence optó por un nuevo comienzo.
El 12 de marzo de 2025, los Seattle Seahawks anunciaron la firma de Lawrence por tres años y hasta $42 millones, con $18 millones garantizados. La llegada de Aden Durde, exentrenador de la línea defensiva de Dallas y actual coordinador defensivo de Seattle, fue un factor clave en su decisión. Pero lo que realmente encendió la polémica no fue el traspaso, sino lo que Lawrence dijo después.
La Entrevista con Brian Nemhauser: El Detonante
El 13 de marzo, Lawrence habló con Brian Nemhauser, conocido como “Hawk Blogger”, en una entrevista que rápidamente se volvió viral. Cuando se le preguntó sobre las diferencias entre Dallas y Seattle, Lawrence no se contuvo:
“Dallas es mi hogar. Hice mi hogar ahí, mi familia vive ahí, y siempre estaré ahí. Pero sé con seguridad que no voy a ganar un Super Bowl ahí. Así que, sí, estamos aquí”.
Estas palabras fueron un golpe directo al corazón de la afición de los Cowboys, un equipo que no ha alcanzado un Super Bowl desde 1995 y que en 2024 terminó con un decepcionante récord de 7-10, quedando fuera de los playoffs. Lawrence también resaltó el impacto de Durde en su decisión:
“Honestamente, si Aden no estuviera aquí, probablemente no estaría en Seattle. Conozco su estilo, su sistema y lo que espera de mí”.
La franqueza de Lawrence no solo reflejó su deseo de un cambio de escenario, sino que también expuso una crítica implícita a la dirección y el potencial de los Cowboys para competir por un campeonato.
Micah Parsons Responde: La Guerra en Redes Sociales
Las declaraciones de Lawrence no tardaron en llegar a Micah Parsons, la estrella de la defensa de Dallas. El Edge, quien asumió el liderazgo tras la salida de veteranos como Lawrence, respondió en X:
“Esto es lo que parecen el ser rechazado y la envidia. ¡Es mierda de payaso!”.
Parsons, en medio de negociaciones para una extensión de contrato, pareció tomar el comentario como un ataque personal. Lawrence no se quedó callado y replicó:
“Llamarme payaso no cambia el hecho de que dije la verdad. Tal vez si pasaras menos tiempo tuiteando y más tiempo ganando, no me habría ido”.
El intercambio subió los niveles de tensión, revelando una fractura entre dos figuras clave de la defensa de Dallas. Esto refleja mucho más que un simple pique entre dos jugadores, poniendo en evidencia problemas más profundos en el vestuario y la organización, que no ha logrado traducir su talento en éxitos de postemporada.
La salida de Lawrence a los Seahawks y sus declaraciones llegan en un momento crítico para los Cowboys. Tras una temporada 2024 plagada de lesiones y un resultado defensivo pobre (355.2 yardas permitidas por partido, 28° en la NFL), el equipo despidió a Mike McCarthy y subió a Brian Schottenheimer a Head Coach, una decisión que no ha generado demasiado entusiasmo. Además, la falta de movimientos agresivos en la agencia libre contrasta con la pérdida de líderes como Lawrence y Jourdan Lewis (ahora en Jacksonville).
Por su parte, Lawrence, a punto de llegar a sus 33 años, busca redimirse en Seattle tras un 2024 interrumpido por lesiones. Su historial en playoffs con Dallas (1 sack en 7 partidos) ha sido cuestionado, pero su producción en temporada regular sigue siendo valiosa. Los Seahawks, que también se perdieron la postemporada en 2024, ven en él una pieza clave para fortalecer su línea defensiva.
Reacciones en Seattle: John Schneider y Mike MacDonald
La polémica ha dividido a los aficionados. Para algunos, las palabras de Lawrence son una verdad incómoda sobre la sequía de títulos de los Cowboys; para otros, una traición de un jugador que ganó $127 millones con la franquicia. Este episodio podría presionar aún más a Jerry Jones y a la Fanquicia para demostrar que Dallas sigue siendo un contendiente.
Schneider
En Seattle, Lawrence ha sido recibido con los brazos abiertos. John Schneider, presidente de operaciones de fútbol de los Seahawks, no escondió su entusiasmo por sumar a Lawrence al roster. En una conferencia de prensa el 13 de marzo, Schneider destacó la experiencia y versatilidad del cuatro veces Pro Bowler:
“DeMarcus es un veterano probado que ha estado en la cima de este juego. Nos da liderazgo, presencia en la línea y una mentalidad que encaja con lo que queremos construir aquí. Su historial habla por sí solo, y creemos que puede ser una pieza clave para nuestra defensa en 2025.”
Schneider también abordó la lesión de Lisfranc que limitó a Lawrence a cuatro partidos en 2024, mostrando confianza en su recuperación:
“Hemos hecho nuestra tarea con su salud. Cuando está en el campo, es un disruptor, y con Aden [Durde] aquí, sabemos que podemos maximizar lo que trae. Esto no es solo un fichaje por nombre, es por lo que aún puede hacer.Queríamos fortalecer las trincheras, y él es un paso grande en esa dirección”.
MacDonald
El entrenador en jefe Mike Macdonald también ofreció sus primeras impresiones sobre Lawrence en una sesión con los medios tras su llegada. Macdonald, quien también llevará el peso de la defensa, ve al nuevo fichaje como un ajuste perfecto para su esquema:
“DeMarcus es el tipo de jugador que queremos: físico, inteligente y con una mentalidad de no rendirse. Lo he enfrentado antes y sé lo que puede hacer. Su capacidad para presionar al quarterback y detener la carrera nos da flexibilidad en cómo alineamos a la defensa.”
Macdonald también hizo referencia a la relación de Lawrence con Aden Durde, el coordinador defensivo de los Seahawks y su exentrenador en Dallas:
“Tener a Aden aquí fue un factor importante para él, y eso nos emociona. Conoce el sistema, sabe lo que esperamos, y su presencia va a elevar a todos a su alrededor. Es un líder natural.”
Cuando se le preguntó sobre las declaraciones de Lawrence en la entrevista con Nemhauser —donde dijo que no ganaría un Super Bowl con Dallas—, Macdonald sonrió y mantuvo un tono diplomático:
“Todos queremos ganar un Super Bowl, y él está aquí porque cree que podemos lograrlo juntos. Lo que pasó antes no me interesa; me interesa lo que haremos ahora.”
La salida de DeMarcus Lawrence de los Cowboys a los Seahawks y la polémica desatada por su entrevista con Brian Nemhauser han puesto el foco sobre las tensiones internas de Dallas y las ambiciones de un veterano para la búsqueda de gloria. El reto para Cowboys es mejorar sin Lawrence, el de Seattle dar un paso adelante en Play Offs en la NFC siendo el DE una pieza importante, acorde a su contrato.
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-Redacción-
