Santiago Tomasi
Esta semana llegaba la Wildcard y sin duda ha sido una semana que no ha pasado desapercibida. Cinco palizas y solo un partido igualado han dado para mucho, para muchos posibles despidos o cambios de QB… O en realidad para que no pase nada. Y en homenaje a que Murder on the Dancefloor se ha vuelto a poner de moda por una película que no he visto, vamos a usarla como base para hablar de los supuestos cadáveres que deja esta primera semana del Playoff.
Houston-Cleveland. Chao Joe Flacco
Posiblemente el único muerto que realmente vaya a existir de esta ronda es alguien que ya llevaba años fuera de la categoría de jugador importante de la NFL. Joe Flacco tuvo un final de temporada muy bonito en el aspecto de la narrativa y bastante Flacco dentro del campo, muchos TD, muchas yardas y a su vez un montón de interceptaciones, en concreto más en cinco partidos que su rival, el rookie CJ Stroud, en toda la temporada. Y cuando llegó el momento de la verdad, pues Flacco repitió el mismo patrón.
Dos Pick-Six consecutivos dieron por sentenciado un partido que ya se había puesto de cara para Houston. ¿Esto implica que Flacco fue culpable de la derrota? No, fue la defensa quién no pudo hacer frente a las oleadas de jugadas que propuso Slovik y acabaron cayendo frente a una defensa de Houston que dio muestras de porqué se hablaba como una de las mejores trabajadas de la competición. Flacco hizo lo que sabe, pero esta vez fue insuficiente, y quizás sea la última vez en su carrera.
Kansas-Miami. O como querer matar a un QB
Kansas City ganó en una nevera de más de 60.000 personas a Miami. En dicho encuentro, los Dolphins jugaron de la forma más plana posible con un ataque totalmente paralizado por las circunstancias (incluido el frio), mientras que Kansas jugaba un partido sólido en ataque. El partido estuvo marcado por multitud de pases laterales y por la falta evidente de jugadas de largo yardaje para Tua y sus receptores, lo cual provocó la frustración de una Miami que ha pasado a ser el equipo que lleva más tiempo sin ganar en Playoffs.
Pero, lo curioso es que el debate es si Tua Tagovailoa debe seguir siendo el QB titular de los Dolphins el año que viene. Partamos de la base de que tampoco merecía ser MVP, pero me parece que es absurdo pensar que Tua no ha demostrado lo suficiente como para jugar al máximo nivel y como titular. Su partido es malo, igual que desde la banda, y tiene que aprender del mismo y ser más agresivo, pero nadie que esté en el Draft o que salga a la agencia libre este año mejora a Tua. Es más, creo que es imposible mejorarle salvo un cataclismo y acabar con el 1 un año, así que… No entiendo este muerto.
Dallas-Green Bay. McCarthy o Prescott, uno muere
Y el colapso de Dallas es evidente que va a provocar despidos, aunque solo sea por la propia locura de un Jerry Jones que pensaba que este año sí era el suyo. Dallas había ganado la división y se presentaba contra un seed 7 como Packers, es decir, contra un Seed que nunca había ganado un partido de Playoff. Juegas en casa, el tiempo no afecta… Y los Cowboys son aplastados de una forma abrumadora, primero en forma de Love y LaFleur, y luego con varias intercepciones que sentenciaron un partido que fue maquillado en su segunda mitad.
Este artículo está escrito en la noche del martes y aún no tenemos información, pero me sorprendería muy poco que McCarthy estuviese fuera mañana a estas horas. No creo que haya hecho mal su trabajo, pero este partido es horrendo. Horrendo para él, horrendo para las aspiraciones (justas) de HC de Dan Quinn y para Prescott. Da igual lo que haga Prescott de septiembre a diciembre porque aquellos que le consideran un mal QB solo le van a juzgar por enero y no está siendo un buen juicio el que está recibiendo. Dudo que sea culpa suya esta derrota, pero va a pesar sobre sus hombros a la hora de renovar con todo lo que eso significa.
Tampa-Philadelphia. Et tu, Brute?
¿A quién matamos aquí? Pues no lo sé, porque ni siquiera tengo claro quién es el culpable del hundimiento más espectacular que hemos visto en los últimos años. Es evidente que los dos coordinadores deben marcharse, pero no sé si Sirianni tiene el control de un vestuario que en las últimas semanas ha desplegado un fútbol absolutamente indigno del primer nivel competitivo y más si hablamos de un equipo que era contender. Jugadores o entrenadores, pero Roseman tiene que hacer frente a una curiosa papeleta delante de sus narices.
Por otro lado, hay que despedir en estas líneas al mejor Center que han visto mis ojos en Jason Kelce. El jugador se marcha en una imagen realmente triste, viéndole roto tanto en la banda como despidiéndose de su esposa en el campo, pero eso no empaña su extraordinaria figura y su maravilloso trabajo en Philadelphia. Que haya sido parte del equipo campeón de los Eagles es una de esas historias con final feliz que a veces nos trae la NFL y sirva esto como mi pequeño homenaje a una verdadera leyenda.
Buffalo-Pittsburgh. Many men wish death upon Tomlin
Mike Tomlin volvió a meter a los Steelers en Playoff, este año con Mason Rudolph a los mandos, cambiando de coordinador ofensivo en mitad de temporada y teniendo que competir contra un equipo que venía en racha como son los Bills sin su mejor jugador. El resultado fue el esperado, los Bills fueron muy superiores a los Steelers y el equipo de Pittsburgh no tuvo opción después de otro año donde ganaron más de lo esperado.
Llega la rueda de prensa y le preguntan a Tomlin por su año de contrato. ¿La respuesta? Irse. Desde aquí, me levantó y aplaudo a un entrenador que no sabe lo que es perder más que ganar en su carrera y aún así se ve cuestionado todos y cada uno de los años. Tomlin es la definición de cumplir con el trabajo siempre y si bien es cierto que a veces no consigue los mejores resultados, nunca falla. Preguntarle por su contrato a sabiendas de que tiene un año y después de ser eliminado es lógico, pero no quita que Tomlin se merezca muchísimo más respeto del que recibe.
Epílogo: Nadie muere en el Detroit-LA
Precioso partido entre Detroit y Rams, con victoria para el equipo local y una sucesión de imágenes que a mi personalmente me tocaron el corazón. No voy a hablar del partido porque creo que ver a fans de los Lions jóvenes llorar por ver a su equipo ganar por primera vez en su vida, pero nada se acerca a la imagen de los ancianos. Señores con 70, 80 años, viendo a su equipo ganar desde hace 30 años, verlos llorar en la grada como si hubiesen ganado la SB. Lo siento, pero para mí esto es lo que me llama del deporte. Es lo más importante de las cosas no importantes de la vida y que lo siga siendo por mucho tiempo. Que los sueños sigan en Detroit en esta semana ¿No?
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Por Santiago Tomasi
