¿Y por qué no un entrenador defensivo?

Durante los últimos años, la NFL se ha centrado en que los buenos entrenadores son los coordinadores ofensivos. Y en parte es cierto, en el sentido de que la liga ha ido centrándose cada vez más en los sistemas ofensivos, con Shanahan y McVay siendo los principales exponentes de esta corriente, con ofensivas muy dinámicas y unas edades que dan vértigo. ¿Pero es algo cierto? ¿Los únicos entrenadores que funcionan son los ofensivos?

Los fríos datos

De los entrenadores que empezaron la temporada 2022, Matt Eberflus, Robert Saleh, Dennis Allen, Brandon Staley, Todd Bowles, Mike Vrabel, Lovey Smith, Ron Rivera, Sean McDermott, Mike Tomlin, Pete Carroll y Bill Belichick son entrenadores que tenían experiencia como coordinadores defensivos. Es decir, de los 32 entrenadores, 12 venían de la parte de defensa. Pero, curiosamente, solo dos empezaban este año su andadura en un equipo, los otros 10 ya estaban en sus respectivos banquillos. Si nos vamos al ataque, 5 entrenadores nuevos arrancaban una nueva etapa en su franquicia.

Obviamente, esto nos demuestra que es verdad que hay más entrenadores ofensivos que defensivos siendo contratados. Es más, es una tendencia que se ha repetido durante los últimos años y de forma cada vez más acusada. Pero si volvemos a los nombres vemos a tres entrenadores campeones de la Super Bowl, a un entrenador de un contender, a un entrenador que cambió la cara de los Titans y a un par de promesas del banquillo que ilusionan como son Saleh y Eberflus. Esto deberían ser suficientes números para que cada firma defensiva no fuese tratada con cierto recelo, pero 2023 ha mantenido la tendencia. 5 entrenadores nuevos llegan a la liga, solo dos, Gannon y DeMeco Ryans vienen de la parcela defensiva. Serán por tanto 13 entrenadores defensivos de los 32 posibles, lo cual nos deja un 40,6% de los HC de la NFL.

Obviamente, en esta lista habrá varios que fracasarán y al menos dos, Carroll y Belichick que entrarán en el HOF. No existe una ciencia que diga que los coordinadores defensivos sean mejores o peores, pero cuanto más han crecido las ofensivas, más parece que las ideas contrarias están desfasadas. Curiosamente, es muy probable que la única forma de impedir que haya un ataque absolutamente dominante, sea con la contratación de más y mejores entrenadores defensivos jóvenes, porque el problema principal es que la mayoría de coordinadores defensivos de éxito son hombres profundamente veteranos y cuya carrera como HC ya ha pasado, sin más pena que gloria.

El problema real del background defensivo: El paradigma Zimmer

Dicho esto, sí que existe un punto que provoca cada vez más problemas para los entrenadores defensivos y es que la necesidad casi constante de nuevas mentes ofensivas está obligando a que muchos entrenadores tengan problemas para rellenar el puesto de coordinador ofensivo. Tener que cambiar todos los años en una posición tan importante y sobre todo que implica mucho a quién juega en la posición de QB es lo que ha forzado que buenos entrenadores acaben fuera de la NFL y posiblemente sin opciones de recuperar una posición de Head Coach. Y el caso más paradigmático es el de Zimmer, el cual lo vivió en sus carnes.


Para entender la situación, hay que recordar que Minnesota tenía un problema evidente defensivo cuando llega Mike Zimmer y que los primeros años los consume intentando reformular una defensa con muy poco talento hasta los picks del tándem Zimmer-Spielman. En este periodo de reconstrucción, el coordinador ofensivo es Norv Turner, un entrenador ya de muchos años y quizás con un sistema algo desfasado para la NFL actual. Pero, a cambio, permitió un avance tremendo por parte de Teddy Bridgewater hasta su desgraciada lesión en el Training Camp. Con Sam Bradford a los mandos, se vieron todos los problemas de Turner, especialmente en la línea ofensiva y Minnesota optó por cambiar a otra figura veterana pero que encajaba mucho más con lo que se buscaba en un QB del estilo de Sam Bradford, el hombre era Pat Shurmur y los Vikings serían agresivos intentando mejorar su juego de pase después de años siendo un equipo claramente corredor con Adrian Peterson.

Irónicamente, en el draft gastarían un pick alto en un muy buen RB como Dalvin Cook, pero la realidad es que los Vikings buscaban un juego de pase más agresivo con Sam Bradford o eso creemos. Digo creemos, porque quién acabó de QB fue Case Keenum. Pero eso no es lo importante, lo es que Shurmur consiguió hacer funcionar a la ofensiva de una forma brillante hasta la final de conferencia y eso le provoca acabar de HC en Giants. Su paso por allí no fue positivo, pero para Vikings forzó a elegir otro coordinador ofensivo, De Filippo no funcionó en 2018 y promovieron a Stefanski en 2019 volviendo a los Playoffs y en este caso a un divisional. El resultado fue el mismo, ser ascendido a HC en Browns. Los Kubiak pasarían sin pena ni gloria por Minnesota en temporadas consecutivas y con eso se acabaría la era Zimmer en Vikings y su carrera como HC.

No podemos obviar el bajón defensivo del último año de Mike a los mandos, pero la realidad es que el equipo no tenía a la misma persona gobernando el ataque desde 2016 con Norv Turner. 5 coordinadores en 5 años es algo inasumible y más si cuando aciertas, el entrenador acaba de HC en otro sitio. Evidentemente esto es un problema también en el otro lado del balón, pero la realidad es que es más sencillo poder mantener una defensa más o menos estable que tener que cambiar por completo el sistema ofensivo. Y Minnesota fue la demostración de algo que hemos vivido en muchos otros equipos o que por ejemplo sufrieron el año pasado los Patriots al perder a una figura como Josh McDaniels

La parte positiva de los entrenadores defensivos: Suelen aportar estabilidad en procesos de reconstrucción

Curiosamente y sabiendo que estamos hablando de que no son capaces de encontrar estabilidad una vez son competitivos, la realidad es que suelen ser los encargados de hacer que las franquicias recuperen la capacidad para pelear y precisamente con esa mentalidad se firma a Ron Rivera en los Commanders, cumpliendo en el sentido de que la franquicia ha sido en gran parte modélica dentro del campo a pesar de los desmanes de Snyder. Igual ocurrió por ejemplo con Pete Carroll en Seattle, dándole un nuevo sentido a la franquicia y redirigiéndola hacia un camino de éxito que poca gente podía esperar viendo los Seahawks previos.

Este trabajo está muy relacionado con, precisamente, la falta de amor por un QB. Los coordinadores ofensivos cuando pasan a ser HC tienden a buscar a alguien que encaje dentro de su juego y de su sistema ofensivo, el HC defensivo suele intentar darle una continuidad a la franquicia en la posición a no ser que sean casos como los Texans esta temporada, donde la necesidad de un nuevo QB es más que obvia. Pero el no tener que ser innovador en ataque, ayuda mucho a que las cosas puedan desarrollarse con mucha más calma en una posición donde lo mejor suele ser la estabilidad.

El héroe que los DC necesitan: DeMeco Ryans

Y que no exista no implica que no haya que buscarla y que todos tengamos sesgos hacia entrenadores ofensivos o defensivos. Por cada McVay habrá 5 Kingsbury, por cada Belichick habrá 10 Matt Patricia, y no debería ser un drama. Obviamente según los gustos de cada uno acabará considerando que una de las dos posiciones es más importante y que traslada mejor a la posición más importante en un staff, pero los datos van a darnos empate técnico prácticamente siempre, igual que ocurre con el éxito de los equipos especiales, donde tenemos a gente como Harbaugh siendo otro que opta al HOF y a Joe Judge siendo despedido por su incapacidad manifiesta de desarrollar a los Giants y a Daniel Jones.

Y curiosamente el futuro de los coordinadores defensivos depende de un solo hombre al menos en el imaginario popular. Y ese HC que puede devolver el equilibrio a la fuerza es DeMeco Ryans, porque puede funcionar como la misma imagen de McVay+Shanahan. Él y Saleh serían los hombres que demuestran que salir de un staff ofensivo y dirigir su defensa con un éxito altísimo es exactamente igual que salir de un staff defensivo y acertar con el ataque. La NFL como todo en esta vida se mueve por modas y se mueve también por aquello que funciona, a veces repitiéndolo hasta puntos absolutamente ridículos como ocurre con los QBs del 5 al 15 de los que hablábamos en el anterior artículo. Así que, aunque ahora parezca que la NFL es una liga donde solo los entrenadores ofensivos importan, estamos cerca de que los muchachos salidos de 49ers nos devuelvan a una liga más equilibrada en la posición de HC y a que se empiece a recuperar un poco el ritmo defensivo, como pasa siempre en la liga. De una generación de ataques, llegan las mejores defensas de la historia. 


Por Santiago Tomasi


Crónicas Lombardi

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