«Dicen que no tengo tacto. Dicen que no puedo lanzar corto. Dicen muchas cosas. Todo lo que tengo que decir es: mira lo duro que trabajo. En mi mente, puedo hacer cualquier cosa con el balón en la mano, pero sé que nadie trabajará más duro que yo para mejorar. Ya sea mi trabajo de pies, precisión, mecánica, aprender defensas, lo que sea. Siempre puedes crecer, y eso es en lo que estoy enfocado. Voy a entrar y ser incansable. Voy a ponerlo todo. Mi familia sacrificó demasiado para que yo no diera todo a este deporte».